Gimnasio deportivo que se construyó en una zona volcánica del Pedregal, la adaptación a este terreno fue sumamente interesante ya que contrasta la ligereza y trasparencia de la obra con lo accidentado y rígido del terreno. Un elemento muy importante es la unión de dos cuerpos por medio de un puente de cristal que permite una vista al interior y exterior del complejo respectivamente.
En colaboración con el Arq. Alberto Rimoch L.